Perdóname (parte 1)
Perdóname
Así comenzaba la canción que un cierto dúo «sesentero» interpretaba y con ella revolucionara las palpitaciones de los corazones de muchas de las jovencitas de años ha… Cronológicamente, no lo viví in situ y aunque sea muy fácil hablar a «tiro pegao», sería muy interesante un estudio psicológico de cómo esos dos bichos rompieron los corazones de muchas féminas hispanas de la época…
Dúos y psicoanálisis infundados y gratuitos aparte, aprovecho el recuerdo del título del temita para hacer un arranque suave y conseguir tu empatía inicial, ya que lo que voy a vomitar, convendrás conmigo líneas después que es desagradable «oílo» (o «leélo», en este caso).
Te garantizo que para mí «contálo» (o «escribílo», en este caso) es igualmente desagradable.
Así que, perdóname…
Pero no quiero distraerte con banales recuerdos y vayamos directos al tema, al grano, al tajo, al turrón, al «conceto», a la manteca, a la «tajá»…
En 2020…
El tema
«Perdóname, he sido ingrato…»
En primer lugar, te tragaste que «living la vida loca», un pangolín, un murciélago y un chino, tuvieron un intenso «affaire» y tras el «truja» de rigor, no se sabe si por el primero o por el segundo, descubrieron que el tercero acabó preñado («virologically talking», claro…).
Te tragaste que fruto de dicha bacanal, un «ser vivo» microscópico y asesino, pululaba descontrolado por el planeta. Dicho oscuro ser, además, era responsable de una enfermedad con síntomas exactos a una gripe fuerte y que, como todos los putos años, colapsó el sistema sanitario…
Te tragaste que el determinar si eras víctima de la enfermedad, se hiciese en base a una prueba diagnóstica que requería hurgarte en las fosas nasales a milímetros de tu cerebro. Por esa razón, te dejaste hurgar y en repetidas ocasiones…
Te tragaste que existían personas que mostrándose positivas en la prueba anterior, a pesar de estar sanas y carentes de síntoma alguno, estaban enfermas o eran portadoras del maligno paquete vírico. Asintomáticos, te dijeron que los llamases…
El grano
«…Perdóname, te quiero tanto…»
Te tragaste que debías portar una mascarilla facial para detener a un bicho con tentáculos (según los dibujitos que te mostraban en los medios de información). Te tragaste, asimismo, que con ello te protegerías tú y los tuyos…
Te tragaste que era imprescindible cerrar la atención primaria de los centros de salud, siempre en base a la emergencia sanitaria que nos invadía. Hazlo telefónicamente, te dijeron…
Te tragaste que a todo aquel que estuviese contagiado del susodicho bicho y requiriese acudir a un hospital, debía recibir un único protocolo, consistente en intubar y en la prescripción de venenosos retrovirales…
Te tragaste que aplaudir a una hora que «ellos» te dijeron, te convertiría en un ciudadano ejemplar que mostraba su apoyo a los héroes que se encontraban en primera línea de fuego. Por supuesto aplaudiste o, al menos, empatizaste con el gesto…
El tajo
«…Perdóname, te necesito…»
Te tragaste que la terrible enfermedad estaba matando, de forma desorbitada, a nuestros mayores en las residencias…
Te tragaste que no se podía hacer autopsias a los cadáveres de los fallecidos, ya que debían ser tratados como material radioactivo y por protocolo debían ser cremados…
Te tragaste que todas las medidas aplicadas, en las cuales te denegaban tus derechos fundamentales, estaban basadas en «la ciencia» que un grupo de expertos empleaba para, siempre velando por tu interés, minimizar los estragos del invisible enemigo…
Te tragaste que debías quedar recluido en casa durante varios meses ya que, según te contaron, era condición imprescindible para detener el avance de las hordas enemigas víricas. Claro está, tú obedeciste sin chistar…
El turrón
«…Perdóname, te lo suplico…»
Te tragaste que, de forma misteriosa pero muy científica, existiesen siete casos de muerte por gripe (lo normal son unos 15.000). El motivo fue, por supuesto, que habías sido responsable y solidario no «arrejuntándote» con nadie, restregándote las manos compulsivamente con «mierdagel» y siendo un ridículo «caratanga»…
Te tragaste todos y cada uno de los «partes de guerra» que tus apestosos referentes informativos te participaban al minuto; todas sus encuestas, estudios, «pseudodebates» y demás falaz mierda acerca del número de afectados, infectados, fallecidos…
Te tragaste que los colegios (por el bien de la humanidad), habrían de convertirse en inclusivos campos de concentración; permitiste que resfriasen a tus hijos en invierno con las ventanas abiertas, que los separasen y obligasen a hacer deporte respirando con un porcentaje de oxígeno muy inferior para el que, las máquinas de sus perfectos cuerpos, fueron diseñadas…
Te tragaste eso y mucho, mucho, mucho más… «Cienes y cienes» de otros muchos absurdos y sinsentidos no mentados en este texto.
El «conceto»
«…Vuelve otra vez, recuerda aquél ayer…»
De hecho, te tragaste «toa la mascá», porque te lo dijo:
Carmen Lamona, Jorge Javier Heces, Fetén Esteban, Gusana Grifo, Risto Mejitler, Cacabel Alonso, Ana Morsa Montana, Pablo Rotos, Antimonio Ferreras, Rata Flinch, Rana Pastor, Bricker Jiménez, Antonio Amaestre, Paz Pardilla, Andrés Buenamuerte, Lerdo Romero u otros…
Antonio Rocines (Jajaja… ¡Antoñito, tú sí que eres subnormal, figura!… Por otro lado, me alegro sinceramente por tu recuperación; al fin y al cabo, te estoy muy agradecido por las risas. Eres un «gran cómico»…), Joaquín Sabrina u otros…
Fede Jiménez Monsantos, Carlos Perrera, Julia Motero, Carlos Mangina, Miguel Ángel Apósito u otros…
El París, El Inmundo, La Sazón, ABEEEC, El Españistol u otros…
Natillas Prats, Pedro Cochiqueras, Vicente Pollés, David Mantero, Cristina Esaaperra, Canu Sánchez u otros…
La manteca
«…Vuelve otra vez a darme tu querer»
Y lo que toda la bazofia anterior te proclamaba era impuesto según las consignas (y billete mediante…) de nuestro bienamado «caracrater» (porque sí, Pedrito (o Antoñito…), el que ha sido un «caracrater», será siempre un «caracrater»; sería interesante preguntar al respecto a tus compañeros del «insti» o de la «uni»…). Y además, en cualquier otra medida, por el Chepa, Miguel Ángel Morcilla, Nones Frijol, Irene Moquero, Timo Puig, Fra Casado, Santiago Rafaspal, Isabel Díaz Cayuco u otros…
A la par, esta puta escoria pestilente, aceptaba las consignas (y billete mediante…) de Clown Schwab, Kill y Mirinda Gates, Christine Lagarta, George Moros, Pústula von der Leyen u otros…
Y que a la par, de forma jerárquica (y billete mediante…), ejecutan milimétricamente los planes de los que miran a través del ojo de la cúspide de la pirámide. Son los mismos que te proponen, de igual manera, una muy cercana agenda mundial (2030) plena de felicidad, unicornios y arcoíris multicolor; la cual, «of course», también te tragas doblada…
La «tajá»
Por todo ello, yo, en plenas facultades físicas y mentales, puedo afirmar y afirmo que:
¡Te lo has tragado todo, todoooo, todoooooooo…!
Notas del Autor
Se me hace muy difícil asimilar que, con la inteligencia y experiencia que te presumía, no hayas sido capaz de ver el barato y burdo truco de prestidigitación que te han hecho con la baraja. A bote pronto, pienso que en 2020 y por méritos propios te has convertido en un solidario, responsable y flamante «fucking tragacionista».
No, no me agrada una puta mierda el temita musical del dúo inicialmente citado, pero qué coño…, me venía al pelo.
Te recomiendo que prosigas con la lectura de la segunda parte (a publicar). Lo pasaremos bien (aunque no puedo asegurarlo…) y te abriré mi corazón. Al fin y al cabo, este escrito es «de mí pa ti». Aun así y aunque no lo creas, el objeto de estas líneas no es recriminar tus ilimitables tragaderas, sino pedirte perdón.
Perdóname.
Fdo. Charli
Camisetas relacionadas
ENCRIPSETAS
| LCED |
ACERCA DE
Una muy pequeña entidad con un sencillo y humilde sueño: Quitarnos de enmedio a esta puta caterva de «hijosdelagran» que deciden en todos los ámbitos de nuestra vida. Casi «ná»…
Agradecimientos especiales a los artistas y la plataforma que han permitido ilustrar esta página:
0 comentarios